Nadie nos dijo lo difícil que es invertir tanto tiempo, energía y amor en nuestros alumn@s, sólo para verlos marchar hacia su próximo capítulo.
A veces, nos preguntamos si hemos hecho lo suficiente. Nos preocupamos por su bienestar, su progreso académico y su desarrollo personal. Nos esforzamos por crear un ambiente seguro y estimulante en el que puedan ser felices y crecer.
Y al final, pase lo que pase, siempre sabes que nos espera un adiós. Nos encontramos frente a una mezcla de emociones: gratitud por haber sido parte de su vida, tristeza por dejarles ir y alegría por los momentos compartidos.
1 comentario:
Que bonito el poema es que lloro (Jorge)
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